20/enero/2024
En esta Brevet de 300 km, la primera del año 2024 en Santiago, participamos juntos con mi polola Andrea. Además, un par de amigos se animaron a intentar por primera vez esta distancia, así que una pequeña influencia tuve en esta ocasión.
Mis cálculos previos decían que podríamos -como dupla- estar completando la ruta en unas 15-16 horas, llegando a la meta poco después del anochecer. El plan era simplemente mantenernos a un ritmo e intensidad sin cansarnos y así minimizar las detenciones.
La vuelta
Nuestra partida fue a las 7:00 AM del sábado 20 de enero, desde el Parque O’Higgins. Nos dirigíamos rumbo hacia el poniente, y pasaríamos por la Cuesta Mallarauco, Pomaire, Melipilla, Cuesta Cuncumén, Rocas de Santo Domingo. La vuelta desde la costa sería muy similar, pero agregando un paso por María Pinto y Cuesta Barriga para entrar a Santiago por Camino Melipilla.
La ruta, en su primera parte, estuvo bien fluida, sin accidentes ni contratiempos. En general, muchos ciclistas aprovecharon este tramo para ir muy rápido hasta el primer punto de control. Nuestra tarea era no tentarnos con eso y seguir nuestro propio ritmo.
Así llegamos a la primera cuesta, Mallarauco, la que sorteamos sin “matarnos” las piernas para continuar luego hasta el PC 1 en Pomaire (Km. 87). Allí, llegamos a las 10:40 hrs. registramos nuestra selfie en la plaza, y continuamos la ruta, parando a recargar líquidos entremedio. El día se sentía excelente. A pesar de ser un verano muy caluroso, no lo sentimos así, y en la medida que nos acercábamos a la costa, se hacía más refrescante.
En Melipilla aprovechamos de rellenar de nuevo las botellas, y seguimos para pasar la segunda cuesta, Cuncumén, la que está anticipada por una rampa de pendiente sobre el 20%.
Una vez pasada la cuesta, tocaba “colgarse” del impulso del descenso y empujar para llegar a Santo Domingo (Km. 160), cuyo punto de control era presencial. Allí en la playa, marcamos a las 14:00 hrs. aproximadamente, luego nos detuvimos en el punto de control, para pasar al baño, comer, un breve descanso y partir de vuelta a Santiago.
Esta primera mitad de la ruta la hicimos super bien. Siguiendo la premisa de no apurar innecesariamente ni exigir el cuerpo más allá de, más o menos, un 50%-60%, nos sentíamos excelente y sin desgaste para hacer la vuelta a un ritmo similar.
Al inicio de la vuelta desde la costa, tocaba subir todo lo que habíamos bajado después de la cuesta Cuncumén, así que lo hicimos con mucha calma, hasta dar con la cuesta que enfrentamos de la misma forma.
Ya una vez sorteada Cuncumén y sus repechos, desde Melipilla el camino se aplanaba bastante, lo que nos permitió soltar las piernas después de todas las subidas, y llegar al PC de María Pinto (Km. 240) a las 18:00 hrs., con frescura y buen ánimo. En ese punto, comimos un sándwich, y nos recargamos de líquidos, para continuar hacia la Cuesta Barriga, que afrontamos con calma apegándonos al libreto.
Alcanzamos la cima de la cuesta aun con luz natural, pero ya con un clima más helado, así que nos abrigamos para la bajada y prendimos las luces para hacer los últimos 30 kilómetros hasta la meta.
El Camino Melipilla, lo recorrimos ya de noche y estuvo algo incómodo por los vehículos, cosa habitual, así que tratamos de pasarlo lo más rápido que pudimos y, luego de un lento paso por calles del centro de Santiago, alcanzamos la meta en el M.U.T., en Providencia, a las 22:20 hrs. Muy contentos por el desafío logrado, y mejor aun, en buena forma, con buenas sensaciones y habiendo disfrutado la ruta en su totalidad.
(*) Todas las fotos son de Brevet Chile.
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