Me sentía bien para esta Brevet 600 km, en abril del 2023, la que sería la última para cumplir con el requisito de ser super randonneur durante esta temporada y con ello, optar a un cupo en la Paris-Brest-Paris 2023.
Durante el año llevaba una carga bastante aceptable de kilómetros y horas en la bicicleta, lo que sumado a la experiencia me daban una relativa tranquilidad y confianza, aunque siempre consciente que esas cosas nunca son absolutas ni menos garantizan nada, sino que siempre existe algo de intranquilidad, dudas y nervio ante la incertidumbre de estos desafíos.
Durante las 3 semanas previas, fui constante en entrenamientos, tratando de pulir en algo mi forma física, sin buscar un objetivo de tiempo en particular, sino buscando mejorar mis sensaciones durante la brevet, sentirme bien al terminar y que mi cuerpo acusase lo menos posible el esfuerzo. Con todo, mis cálculos previos me daban entre 30 y 35 horas en total, esperando obviamente estar más cercano a las 30 horas.
La brevet podíamos dividirla en 2 partes. La primera fácil y la segunda difícil. En otras palabras, la brevet “comenzaba” realmente en Rapel (PC 6, Km. 337). Así entonces, el objetivo para la primera parte sería encontrar el preciso balance entre una buena velocidad y un esfuerzo controlado para llegar lo más entero posible a Rapel y contar allí con un buen ahorro de tiempo. ¿Cómo lograrlo? Ahí estaba el gran desafío. Sólo desde Rapel en adelante sabría si lo había hecho bien o no.
La primera parte comenzó como esperaba, rápido hasta el Punto de Control N°4 en el Km. 228 (Pichidegua). Hasta aquí duró la planificación optimista, ya que de este punto salí más de 1 hora después del plan, algo pasado las 17:00 hrs, por un pinchazo (en todo caso, mejor haberlo reparado en el mismo punto de control, que tener que hacerlo en ruta). Desde aquí, el paso por Marchigüe (PC 5, Km. 270), hasta llegar a Rapel (PC 6, Km. 337), a las 22:30 hrs., fue sin mayores problemas, manteniendo un ritmo controlado, prudente y constante.
A Rapel (PC 6, Km. 337), sin embargo, llegué sintiendo bastante sueño, cosa inusual para mí, ya que recién comenzaba la noche y no acostumbro a sentirme así a esta altura. Posiblemente el calor del día o el poco sueño de la noche anterior algo habían hecho. Quizás debí haber dormido en Rapel, pero decidí sólo comer bien, tomar café, redbull, abrigarme y seguir sin dormir.
Tocaba ahora un camino plagado de repechos (uno en particular era especialmente terrible), y supuse que eso ayudaría a combatir el sueño y el frío. Así fue. El primer café que me tomaba en 10 días más el redbull hicieron efecto y avancé sin problemas de sueño y a ritmo constante. Antes de llegar al Punto 7 (Codigua, Km. 399), me encontré con Néstor y Yasna, y junto con ellos(as) continuaría la ruta hasta la meta.
Desde aquí varió un poco mi esquema personal. Al ir en grupo, nos mantuvimos juntos avanzando, compartiendo la experiencia, apañando para sortear la fría noche, compartiendo un buen “bajón” en Melipilla, tomando un descanso en un paradero en Bollenar, y llegando a Casablanca (PC 8, Km. 474) casi junto con el amanecer. Allí, además de comer y reponer, tocó el mismo ritual que en Rapel, pero inverso esta vez: desabrigarse completamente para la última parte de la brevet, que sería con calor.
Retomamos entonces la marcha desde Casablanca (Km. 474), encontrando el primer gran “evento” de este tramo: la cuesta Tapihue, con su pendiente sobre 23%, la que sorteamos cada uno a su manera (luché para lograr pasarla pedaleando), para luego seguir a través de un “desierto” con mucho calor y repechos eternos hasta dar con Curacaví (Km. XX aprox.), donde nos sentamos a comer unas empanadas e hidratarnos. El siguiente “evento” a sortear fue la Cuesta Barriga, que a esa hora -14:00 hrs aprox.- era un verdadero horno.
Al coronar, también nos dimos un tiempo para enfriar e hidratar. Desde aquí, ya fue sólo cuestión de seguir hacia adelante, pasando por un último punto de control (Lonquén, Km. 581), pero sin mayor pausa hasta que llegamos a la meta en Espacio Sustenta a las 17:00 hrs.
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