CORDILLERA - COSTA - CORDILLERA
10 de febrero 2024
Qué es
Las “Pichangas Ultra” (no pueden estar mejor nombradas) son eventos-actividades de ciclismo de ultra distancia, en formato lo más puramente amateur posible, simples, bonitos y desafiantes. El “Profe” Rodrigo Contreras (@el_proferod), su creador, las define muy bien como “una invitación a reencontrarnos con nuestra infancia aventurera e incansable, cuando sólo necesitábamos algunas simples reglas para disfrutar hasta quedar sin energía”.
Una nueva fecha de Pichanga se presentó el 10 de febrero de 2024, y decidí participar por primera vez. Ésta se llamaba “Cordillera - Costa - Cordillera” y consistía en pasar y registrar la pasada secuencialmente por los siguientes puntos:
Partida: Mallsport (Las Condes)
Punto de control 1: Yerbaloca.
Meta 1: Valle Nevado.
Punto de control 2: Plaza de Talagante.
Punto de control 3: Cima de Cuesta Cuncumén.
Meta 2: Plaza de San Antonio.
Punto de control 4: Puangue (Melipilla).
Punto de control 5: Plaza de Talagante.
Meta 3: Cima de Cuesta Lagunillas (San José de Maipo).
La ruta a través de esos puntos era de libre elección. Los participantes teníamos un trazado sugerido que, más o menos y con algunas pequeñas diferencias, todo(as) seguimos y totalizaríamos unos 420 kilómetros. El tiempo máximo para completar este desafío era de 36 horas.
Cordillera - Costa - Cordillera
Mi inicio fue a las 5:40 del sábado 10/febrero, desde el Mallsport, en Las Condes. En medio de un verano con temperaturas especialmente altas, estaba muy agradable para partir inmediatamente desabrigado subiendo por el camino Farellones. Casi al inicio, una piedra que cayó por remoción desde el borde del camino chocó con mi rueda trasera, dejándola atascada sin poder girar. Por un segundo, pensé que, si algo iba a ocurrir para retirarme, mejor que fuese ahí mismo, cuando casi no había iniciado aún. Por suerte, no era lo peor, la rueda no estaba desalineada como para abandonar, aunque la transmisión quedó levemente desregulada. Pude seguir rumbo a Yerbaloca (PC1 Km 23), donde registré mi paso con la selfie de rigor a las 7:10 AM.
Continué el ascenso lo más tranquilo posible, buscando conservar energías para el resto de la travesía. Llegué a Valle Nevado (Meta 1, Km 45) a las 9:15 AM. Comencé el descenso, ya a esta altura con el sol pegando sobre los hombros, y seguí derecho por Av. Las Condes y Alameda hacia el poniente hasta dar con el Camino a Melipilla. Entremedio, intenté pasar a un taller por si podía ajustar la transmisión, pero no se pudo. Así que tocó seguir con una leve “música de fondo” por toda la ruta.
Por el siguiente punto de control, en Plaza de Talagante (Km 148) pasé a las 13:10 hrs., y continué directo hacia la cuesta Cuncumén. El camino hasta la cuesta es bastante plano y, salvo en los tramos urbanos, se hace rápido y sin inconvenientes.
Llegué a la cima de la cuesta Cuncumén (PC3, Km 200) a las 15:20 hrs., pensando en hacer una parada para comer en San Antonio. Pero al llegar al puerto, a las 17:00 (Meta 2, Km 240), el centro estaba con mucha actividad y mucho tráfico. Había un carnaval en la calle principal, que estaba cortada al tránsito. Así que, se me fueron las ganas de comer, y opté por marcar mi paso por la Plaza y partir de vuelta inmediatamente. Sólo recargué líquidos en un local en la salida de San Antonio.
El camino de vuelta, de San Antonio hasta el Punto de Control N°4 en Puangue (Km 300), tenía unos 60 kilómetros, y aquí sentí un poco de fatiga en las piernas, así que bajé el ritmo y me tomé la pasada por la cuesta Cuncumén y otras subidas con mucha calma.
Llegué al PC4 (Puangue, Km 300) a las 20:00 PM. Este punto, a cargo del Profe Rodrigo, estaba dispuesto como “dormitorio”, y además ofrecía completos. Me comí dos y, ya que este lugar tenía una oferta que no podía rechazar, decidí quedarme y tomar un descanso muy prolongado, para retomar la ruta el día siguiente junto con el amanecer. Dormir al menos 5 horas lo sentí excelente. Es algo que no acostumbro a hacer en rutas largas que incluyen una noche entera (el año anterior, por ejemplo, en la PBP dormí 3 horas en 3 noches completas).
Desperté, retomé la bici y partí desde Puangue a las 4:00 AM del domingo 11/feb. Pasé por Melipilla y por Talagante a las 5:30 aprox., cuando la plaza la ocupaban mayormente funcionarios de aseo. Más tarde, a las 6:50 aprox, el amanecer me encontró en Calera de Tango, en una estación de Copec tomando un café y medialunas. Sólo en este pequeño lapso sentí algo de frío, el que pronto desapareció.
La ruta continuó durante la mañana, pasando por Calera de Tango, San Bernardo y Pirque, hasta llegar a San José de Maipo, donde tomaría el Camino el Volcán hasta el inicio de la Cuesta Lagunillas, meta N°3 y final de esta Pichanga.
Ya casi a media mañana, la subida a Lagunillas fue a ritmo calmado y constante, armado de paciencia y aguantando el intenso calor. Tampoco faltaron los molestosos tábanos. Finalmente, a las 11:00 AM estaba en la cima, tomando la foto del registro y del fin de la Pichanga Cordillera - Costa - Cordillera. Fue una buena sorpresa que el local de la cima en Lagunillas (por mucho tiempo sin funcionar) ahora estuviese funcionando, vendiendo cosas para comer y tomar. Así que allí me quedé un rato disfrutando un pastel, antes de iniciar el regreso a casa.
Cómo estuvo
Fue un desafío super exigente, por los ascensos, la distancia, el calor y la necesidad de armar una ruta personal y seguirla, o eventualmente ajustar planes. También exigió fortaleza y concentración para atravesar una o dos noches por lugares para muchos desconocidos o inhóspitos.
Personalmente, además de simpatizar con la esencia de estas “Pichangas” y admirar a quienes se aventuran en ellas, me atrajo la idea de una ruta nueva para mí (aunque la conocía entera por partes) y el desafío que implicaba, principalmente, hacer 2 grandes cuestas como inicio y fin. Además, este formato de bastante libertad y flexibilidad ayuda a entrenar cosas como la planificación personal y la toma de decisiones en ruta. En mi caso, pude probar hacer una “siesta” de casi una noche completa, algo que desconocía, y que me hizo sentir algo más seguro al esquivar un pedaleo nocturno y al día siguiente estar normal sin nada de sueño.
Fui con bicicleta de ruta, de relación 50-34 y 11-28, neumáticos de 700x25mm. De ropa, un cortaviento sin mangas y un ‘cuello’ de abrigo, los que usé sólo en la madrugada del domingo. Para comer, aproximadamente 8 barritas y 5 geles, en la tricota. El resto, 3 cámaras, bombín, desmontadores, CO2 (por suerte no pinché), 2 luces delanteras y 2 luces traseras (usé sólo 1 de cada una).
Finalmente, un gran reconocimiento al Profe Rodrigo (@el_proferod) y quienes colaboran con él organizando y gestionando estos lindos desafíos (Toda la información sobre las Pichangas en: www.quenotefalteaire.cl).
Felicitaciones mi cielo 👏 👏
Bello relato, ruta exigente, excelente ciclista.
Que grande Carlos!!